Nos preocupan las declaraciones
de los alcaldes de los pueblos de la Sierra en la Comisión de Investigación de
la Asamblea de Extremadura, desmarcándose del sentir de los vecinos en relación
con la mala coordinación de los equipos de extinción durante el incendio. Si
todo se hizo bien, no hay nada que corregir. Y esto es muy peligroso para
nuestro futuro.
Tras los meses transcurridos desde el incendio, en la Plataforma Sierra
de Gata tenemos una sensación de
abandono a las víctimas.
Quienes han perdido casas, vehículos, infraestructuras agrícolas y
ganaderas, olivos, viñas y frutales no
han recibido ningún tipo de ayuda institucional. En la inmensa mayoría de los
casos ningún representante institucional se ha presentado para interesarse por
los daños sufridos.
Se están minusvalorando los daños provocados por el incendio en casas,
vehículos e infraestructuras.
Nos parecen especialmente graves las declaraciones del alcalde de
Perales del Puerto en la Comisión de Investigación, minimizando los daños
sufridos por algun@s de sus vecin@s que viven lejos del casco urbano, al
afirmar que “solo se han quemado dos
o tres cobertizos y alguna casa de aperos” Cuando sólo en el Centro
"El Encuentro" de Perales del Puerto ardieron equipamientos como:
sala multiusos, comedor, cocina industrial, vivienda, taller, etc., por valor
de en torno a 200.000 €
La valoración de daños en viviendas por un importe total de 208.000 € que
se hace en la página web oficial de la Junta de Extremadura sobre el incendio,
gestionada por la universidad, es irreal. Entre otras carencias, no existe una
evaluación de daños en vehículos.
También sentimos falta de
participación ciudadana real en el diseño de la gestión de nuestro territorio.
Vemos, por ejemplo, grandes maquinas abriendo grandes pistas forestales,
por las que empiezan a circulan sin control todo tipo de vehículos tipo quads.
Sin saber los criterios que se están siguiendo para ello.
Denunciamos la situación de abandono que
sufren gran parte de l@s vecin@s de los pueblos de la Sierra que viven lejos de
los cascos urbanos. Es muy lamentable la falta de apoyo y las dificultades con
las que est@s vecin@s se encuentran muchas veces en sus relaciones con las
administraciones, incluyendo trabas a la hora de empadronarse en las fincas
donde viven.
Durante el incendio ningún responsable de la gestión del incendio se
encargó de contactar con las personas de los pueblos afectados que vivían en
casas alejadas de los cascos urbanos, con el fin de avisarles de que el
incendio avanzaba hacia sus viviendas, y asegurarse de que no necesitaban ayuda
para ser evacuados en caso de necesidad.
Manifestamos que est@s vecin@s que viven lejos de los cascos urbanos de
los pueblos, contribuyen a la regeneración del tejido social de la Sierra. Reivindicamos
la labor de muchos de est@s vecin@s como “guardianes del territorio”, poblando
una comarca gravemente amenazada por la despoblación, y ayudando a mantener las
fincas productivas y despejadas de maleza.
Denunciamos también el
incumplimiento sistemático de los planes de protección perimetral de los
núcleos urbanos. Nuestros pueblos serranos se vieron cercados por el fuego
hasta las viviendas a causa de esta negligencia.
También denunciamos la forma
en la que se está llevando el pos-incendio, que en muchos lugares está
provocando más daños que el propio incendio. Como la corta de quercineas sin
esperar a su recuperación natural o la corta de árboles singulares como el caso
de las encinas de la Cervigona, ejemplares únicos por ser las encinas situadas
a la mayor altitud de toda Extremadura. La manga ancha que se está dando a las
empresas en especial con el tema del "Nematodo". La desinformación
total a la que se tiene sometida a la población que en muchos casos no entiende
el por qué de las actuaciones que se están llevando a cabo ¿Por qué no se solicitó
la declaración de zona catastrófica? ¿Cuánto dinero ha llegado a la Sierra
después del incendio y como consecuencia de este? ¿En qué se ha gastado?
Así mismo denunciamos la
falta de participación ciudadana real en el diseño de la gestión de nuestro
territorio, incumpliendo la Ley de Montes de 2003, que prevé e impulsa la
participación de los titulares, privados y públicos, en el proceso de
desarrollo, planificación y adaptación al Plan Forestal Europeo.
Pensamos que lo importante es que en el futuro no vuelva a pasar algo
parecido a lo sucedido este verano. Y por ello solicitamos cambios en la regulación legal de la gestión de los
incendios, para entre otras cosas evitar que suceda que bomberos forestales y
los de la Unidad
Militar de Emergencias deban sólo apagar incendios
forestales, impidiéndoles apagar fuegos en las casas. Y para facilitar la
participación voluntaria en labores de extinción de los incendios, contando con
la experiencia y el conocimiento del terreno que atesoran las vecinas de los
pueblos, a la hora de organizar los movimientos de los cuerpos de extinción.
También solicitamos la creación de un protocolo de actuación, que asegure
que los responsables de la gestión del incendio, se encarguen de contactar
con las personas que viven en casas alejadas de los cascos urbanos de los
pueblos, con el fin de avisarles de que el incendio avanza hacia sus viviendas
y comprobar si necesitan ayuda.
Así mismo solicitamos cambios
en la política de gestión forestal, incluyendo el desarrollo de una política activa de recuperación de la cultura del campo,
que haga rentable el trabajo de las huertas, la limpieza de las fincas y el
mantenimiento de los montes. Dado que la Sierra arde en gran medida porque el
campo está abandonado.
Y en relación con esto, solicitamos la puesta en marcha de planes de
desarrollo adecuados, que luchen contra la despoblación de la comarca,
facilitando la instalación de pequeñas explotaciones agropecuarias y la
comercialización de sus productos.
16 Marzo 2016
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